viernes, 23 de octubre de 2015

NICARAGUA EN EL LIBRO PATAS ARRIBA, LA ESCUELA DEL MUNDO AL REVES, DE EDUARDO GALEANO

Nicaragua en el libro Patas arriba,
la escuela del mundo al revés,
 de Eduardo Galeano
Lenin Fisher


El genial escritor uruguayo Eduardo Galeano (Montevideo, 3-9-1940 / 13-4-2015), apuntó en la página 247 de su obra Patas arriba, la escuela del mundo al revés (4ta. ed. XXI. 1999: 365), bajo el título de No es un chiste/1, como parte de La impunidad del sagrado motor, en el capítulo Clases magistrales de impunidad, lo siguiente:

“1996, Managua, barrio las Colinas: noche de fiesta. El cardenal Obando, el embajador de los Estados Unidos, algunos ministros de gobierno y el novamás de la sociedad local, asisten a la ceremonia de inauguración. Se alzan copas brindando por la prosperidad de Nicaragua. Suena la música, suenan los discursos.

–Así se crean fuentes de trabajo, así se edifica el progreso –declara el embajador.

–Me parece que estamos en Miami –se derrite el cardenal Obando. Sonriendo ante las cámaras de televisión, su eminencia corta la cinta roja. Queda inaugurada una nueva gasolinera de Texaco. La empresa anuncia que instalará otras estaciones de servicio en los próximos meses.”

Luego, en la página 269, bajo el título de El gran día, y dentro Lecciones de la sociedad de consumo, del capítulo Pedagogía de la soledad, escribió:

“Viven de la basura y viven en la basura, en casas de basura, comiendo basura. Pero una vez al año, los carretones de Managua son los protagonistas del espectáculo que más público atrae. Las carreras de Ben Hur nacieron de la inspiración de un empresario que regresó de Miami con la intención de contribuir “a la americanización de Nicaragua”.

Alzados sobre los carros de la basura, los basureros saludan, puño en alto, al presidente del país, al embajador de los Estados Unidos y a las demás autoridades que decoran el palco de honor. Sobre sus harapos de siempre, los competidores lucen amplias capas de colores, y en las cabezas llevan cascos emplumados de guerreros romanos. Los destartalados carretones han recibido pintura nueva, para que mejor brillen los nombres de los sponsors. Los caballos, famélicos, llagados como sus dueños, castigados como sus dueños, son los corceles que volarán para otorgar a sus dueños la gloria o alguna caja de refrescos.
           
Chillan las trompetas. Baja la bandera, la carrera se desata. Los látigos aporrean las huesudas ancas de los jamelgos, mientras la multitud delira:
      
      ¡Co-ca-co-la! ¡Co-ca-co-la!”

Y en la página 318, en El estadio y el palco, como parte del capítulo La contraescuela, Galeano apuntó:

“En los años ochenta, el pueblo de Nicaragua sufrió castigo de guerra por creer que la dignidad nacional y la justicia social eran lujos posibles para un país pobre y chiquito.

En 1996, Félix Zurita entrevistó al general Humberto Ortega, que había sido revolucionario. Mucho habían cambiado los tiempos, en tan poco tiempo. ¿Humillación? ¿Injusticia? La naturaleza humana es así, dijo el general: nunca nadie está conforme con lo que le toca.

–Hay una jerarquía, pues dijo. Y dijo que la sociedad es como un estadio de fútbol:

–Al estadio entran cien mil, pero en el palco caben quinientos. Por mucho que usted quiera al pueblo, no puede meterlos a todos en el palco.”

Pero en la edición de 1998 el texto era de mayor tamaño, porque entre las frases “…que había sido revolucionario.” y “Mucho habían cambiado los tiempos…” incluyó lo siguiente:

“Con diez años de guerra fue castigada Nicaragua, cuando cometió la insolencia de ser Nicaragua. Un ejército reclutado, entrenado, armado y orientado por los Estados Unidos atormentó al país, durante los años ochenta, mientras una campaña de envenenamiento de la opinión pública mundial confundía al proyecto sandinista con una conspiración tramada en los sótanos del Kremlin. Pero no se atacó a Nicaragua porque fuera el satélite de una gran potencia, sino para que volviera a serlo; no se atacó a Nicaragua porque no fuera democrática, sino para que no lo fuera. En plena guerra, la revolución sandinista había alfabetizado a medio millón de personas, había abatido la mortalidad infantil en un tercio y había desatado la energía solidaria y la vocación de justicia de muchísima gente. Ése fue su desafío, y ésa fue su maldición. Al fin, los sandinistas perdieron las elecciones, por el cansancio de la guerra extenuante y devastadora. Y después, como suele ocurrir, algunos dirigentes pecaron contra la esperanza, pegando una voltereta asombrosa contra sus propios dichos y sus propias obras.”

En 1996, gobernaba el país la derecha neoliberal y conservadora, que llegó al poder a través de las elecciones organizadas por los sandinistas el 25 de febrero de 1990, bajo una doble espada de Damocles: la contra-revolución que se negaba a desmovilizarse y el ejército yanqui, que había invadido Panamá, en diciembre de 1989. La derecha, política y económica, asumió el gobierno el 25 de abril de 1990 y lo entregó, después de tres periodos, nuevamente al FSLN, el 10 de enero de 2007, tras perder las elecciones de noviembre del año anterior.

Managua, Nicaragua, 23-24 de octubre de 2015

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com


martes, 20 de octubre de 2015

CRONOLOGIA FOTOGRAFICA DE LA LIBERACION DE CHINANDEGA

Cronología fotográfica de

 la liberación de Chinandega 

Lenin Fisher


Ayer me prestaron un libro titulado Una cronología en fotos de la liberación del departamento de Chinandega y sus municipios, cuyo autor es el licenciado Roberto José López Espinoza, conocido como “Pochón”.

López Espinoza, combatiente del FSLN, reúne en un total de 254 páginas numeradas, de esta obra publicada en Managua, por Servicios gráficos, en el año 2013, una gran cantidad de fotos históricas.

Fotografías muy valiosas, la mayoría de excelente calidad, que muestran el daño causado a Chinandega por el bombardeo de la aviación de la guardia somocista durante la insurrección de septiembre de 1978 y lugares donde se desarrollaron fuertes combates en la ofensiva final de junio-julio de 1979 –como los cerros Virginia, Partido o de Israel; y sitios como Piedra Quemada, la Palizada y Cerco de Piedra.

Asimismo, incluye fotografías de los guerrilleros sandinistas, del pueblo con ellos, de combatientes que posteriormente eran miembros del Ejército Popular Sandinista y de los ex–combatientes en tiempos de paz. Fotos de las casas que funcionaban como cuarteles de la Guardia Nacional (GN) y del comando departamental, quemado por los mismos guardias durante la noche del 18 de julio de 1979.

También incluye una fotografía de la placa metálica, situada en el parque central de Chinandega, con los nombres de los 14 héroes caídos el 2 de junio de 1979.

En cuanto a León, presenta algunas fotos de jóvenes de Corinto que se trasladaron a Poneloya, en total 523, para incorporarse a las columnas guerrilleras bajo el mando de Carlos Soza "Zacarías", de origen corinteño, que pertenecía a la tendencia Guerra Popular Prolongada (GPP).

Únicamente faltó una fotografía, con su respectivo pie de foto, del médico Antonio Lenin Fonseca Martínez, jefe de los guerrilleros de la tendencia Tercerista, que después de los combates del 2 de junio, cayó luchando, al día siguiente, cuando su grupo se retiraba en dirección a Potosí. Como se sabe, este hecho, más la presencia de un gran contingente militar de la G.N., que incluía tropas del Condeca, condujeron a que Chinandega fuese liberada hasta el propio 19 de julio.

Lenin Fonseca, de origen leonés, quizá es el más conocido de los héroes caídos en Chinandega porque un hospital público de Managua, de referencia nacional, lleva su nombre, gracias a la propuesta hecha en 1979, después del triunfo de la Revolución Sandinista, por el también médico Pablo Coca, compañero de estudio y de lucha revolucionaria de Fonseca Martínez.

Además, menciona las fechas en que fueron liberados municipios como Somotillo (21 de junio); Chichigalpa (22 de junio); Villanueva (24 de junio); Mina El Limón, que pertenece al departamento de León (22 de junio); Villa Salvadorita (15 de julio), hoy llamada Villa 15 de Julio; Puerto Morazán (16 de julio); El Realejo y Corinto (18 de julio); El Viejo y Chinandega (19 de julio). Hace notar el autor que de Mina El Limón salieron las fuerzas guerrilleras que se tomaron Villa Salvadorita.

Chinandega conformaba la región norte del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP) y era dirigida por Jaime Wheelock Román, quien estuvo en Nicaragua durante la mayor parte de la ofensiva final, al igual que Henry Ruiz, Bayardo Arce, Carlos Núñez y Luis Carrión. El otro departamento que constituía el FORLP era León, cuya cabecera fue liberada el 20 de junio.

El comandante Tomás Borge, que ya estaba en León junto al comandante Daniel Ortega, ordenó a Lenin Valle “Felipe” conformar una columna con los mejores 150 combatientes y con las mejores armas disponibles, para reforzar a los guerrilleros de Chinandega, ante la posible mayor intervención del Condeca; columna que partió hacia Chinandega el 14 de julio. El convoy de guerrilleros partió vía Mina El Limón, donde dejaron al Comandante Jaime Wheelock (quien después se regresaría a León), y continuaron avanzando hacia Somotillo, donde la Guardia Nacional, al saber que se aproximaban, huyó. Antes, habían pasado por Villanueva, ya liberada. Al llegar a Somotillo se dirigieron a la aduana del Guasaule, donde tomaron posesión y resguardaron la frontera con Honduras.

Por esta razón, “Felipe”, uno de los principales jefes de columna que dirigieron en el terreno las operaciones para tomar la ciudad de León, no pudo participar con sus 150 compañeros en el avance triunfal de los combatientes del FORLP sobre Managua y el búnker de Somoza, la mañana del jueves 19 de julio de 1979.

Gracias y felicitaciones al autor por su esfuerzo y aporte al rescate de la memoria histórica de la lucha revolucionaria y sandinista en Chinandega y Nicaragua.

Managua, Nicaragua, 20 de octubre de 2015

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com
  

Bibliografía:

1-. López Espinoza, R.J. Una cronología en fotos de la liberación del departamento de Chinandega y sus municipios. Servicios gráficos. Managua, Nicaragua. 2013; 254
2-. Coca, P. Testimonio sobre la vida y lucha del doctor Lenin Fonseca. En: Fisher, L. Escritos revolucionarios del siglo XXI: a XXXV años de la Revolución Sandinista. Universitaria. Managua, Nicaragua. 2014: 32-37
3-. Fisher, L., Coca, P. Antonio Lenín Fonseca, algo más que un médico. Correo. No. 33. May.-Jun. 2014: 66-68
4-. Baltodano, MS. Memorias de la lucha sandinista. Fundación Rosa Luxemburgo. Tomo III. Managua, Nicaragua. 2011; 107-158
5-.  Fisher, L. Lenin Fonseca: biografía de un médico revolucionario. En: Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua. leninfisherblogspot.com. 4/7/2015

sábado, 17 de octubre de 2015

MEMORIAS DE LA LUCHA SANDINISTA Y LA TOMA DEL BUNKER DE SOMOZA EL 19 DE JULIO DE 1979

Memorias de la lucha sandinista y la toma del búnker de Somoza el 19 de julio de 1979

Lenin Fisher
Los testimonios recopilados en Memorias de la lucha sandinista (Mónica Salvadora Baltodano. Fundación Rosa Luxemburgo. Tres tomos. Managua, Nicaragua. 2011; 1727 p.), son valiosos y enriquecen o rescatan la memoria histórica del pueblo nicaragüense acerca de la gesta heroica que permitió derrocar a la dictadura dinástica de los Somoza en 1979.

En el resumen en la contraportada del tercer tomo, subtitulado El camino a la unidad y al triunfo: Chinandega, Frente Sur, Masaya y la toma del Búnker; específicamente al final del cuarto y penúltimo párrafo, se lee lo siguiente: “…la entrada triunfante de las columnas guerrilleras de los diferentes frentes, y pone fin a la polémica de ¿Quién entró primero al búnker de Somoza?”

Suena categórico poner fin a la polémica sobre cuál de los frentes guerrilleros se tomó el búnker de Somoza Debayle. Si ha existido una polémica es porque se ha discutido, abierta o de manera encubierta, y de forma extra-oficial, a qué frente guerrillero pertenecían los primeros combatientes sandinistas que llegaron al búnker o cuartel central de Somoza, en la Loma de Tiscapa y cerca del piramidal hotel Intercontinental.

Si bien es cierto que la autora enfatiza en que lo importante fue haber logrado el triunfo revolucionario y no quiénes llegaron primero al búnker, eso no resta importancia a la verdad histórica de cómo sucedieron los hechos a lo largo de la mañana del jueves 19 de julio de 1979, cuando las columnas guerrilleras de provenientes de otros departamentos y ciudades entraron a Managua, la capital de Nicaragua.

La toma del Búnker se titula el testimonio, en el capítulo XVII: La huida del tirano y el día de la victoria, precisamente el último de los invaluables testimonios recopilados a partir de entrevistas hechas en el programa radial Entre todos, que inició el 17 de abril de 1999. Elías Noguera y José Ángel Vindell sostienen, entre las páginas 481 y 492, que las fuerzas del Frente Norte Carlos Fonseca, que se habían desplazado a Boaco, fueron la primeras en llegar al búnker de Somoza y que en tal acción los acompañó Javier Carrión, después de haberse desprendido de las fuerzas que estaban en el aeropuerto internacional. Apuntan que salieron de Boaco, de mañanita, y en el trayecto hacia Managua no describen ningún combate. Señalan que se bajaron de los vehículos a las ocho de la mañana por el INCEI; eran las nueve de la mañana cuando llegaron a la Loma de Tiscapa, donde solo encontraron a unos jardineros (trabajadores civiles de la GN); y que a las diez ya tenían todo tomado. Además, contradicen a Oscar René Vargas, quien escribió, según Vindell, que las milicias de Managua se tomaron la Loma de Tiscapa. Sin embargo, Oscar René Vargas señala que nunca ha escrito nada que indique tal cosa.

En la página 491, la autora pregunta ¿Entonces no fueron Polo Rivas con el chele Marcos los primeros en llegar al búnker? Esta es la única réplica ante el testimonio de Noguera y Vindell. Como se sabe Leopoldo Rivas Alfaro y Oscar Cortés Marín (el chele Marcos) fueron combatientes del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), que comandaban las columnas guerrilleras provenientes de León. Muchos han sabido, incluyendo a Baltodano, durante más de 30 años, que las fuerzas del FORLP provenientes de León, se tomaron el búnker antes que las demás.

En mi opinión, al editar el testimonio de Noguera y Vindell, a Baltodano le faltó contrastarlo con una publicación relativamente reciente, es decir, con el libro De León al búnker (Guillermo Cortés Domínguez. Editarte. Managua, Nicaragua. 2003; p. 391), ya que es la obra más completa sobre la ofensiva final en León que llevó al FSLN a avanzar hasta la capital, siguiendo dos carreteras a partir del empalme de Izapa. Baltodano citó textualmente el libro de Cortés Domínguez, en otro testimonio (León nunca vencido, de Edmundo Icaza, tomo II; p. 466); pero no lo hizo en el testimonio sobre la toma del búnker, el último de todos los testimonios y el del día de la victoria final; a pesar de que Cortés Domínguez fue uno de los dos lectorados que revisaron Memorias de la lucha sandinista, antes de su publicación.

Por otra parte, Baltodano sí menciona en el tercer tomo, en las notas aclaratorias (p. 499-509), al libro De León al búnker, donde se afirma que los primeros en llegar al búnker fueron Oscar Cortés y Leopoldo Rivas. Además, en dichas notas, señala que en la revista Visión Sandinista (No. 170; Jun. 2009), Leopoldo Rivas afirma que fue el primero en llegar al búnker, sin mencionar a Oscar Cortés. Pero la nota número122 es una aclaración ante la llamada de un ex-combatiente, cuando la autora entrevistaba a los hermanos Javier y Cristhian Pichardo y María Lourdes Jirón, para el penúltimo testimonio de la trilogía (Cayendo Estelí, Somoza salió disparado. Tomo III. p. 457-480).

En De León al búnker se recoge, fragmentado en distintas páginas, el testimonio del chele Marcos sobre la toma del búnker de Somoza el 19 de julio, basado en una entrevista que brindó el entonces teniente coronel Oscar Cortés Marín, a la periodista Elisa Maturana, del programa televisivo Esta Semana, a mediados de la década de 1990, un año antes de la muerte del chele Marcos.

Ese testimonio es el que reuní en un solo artículo titulado El testimonio del combatiente sandinista Oscar Cortés Marín (el chele Marcos) y la toma del Búnker de Somoza el 19 de julio de 1979, publicado en leninfisherblogspot.com, citando textualmente o con paráfrasis, como una referencia bibliográfica, al libro de Cortés Domínguez.

Cortés Domínguez cita, en De León al búnker, a Humberto Ortega Saavedra (Sobre la insurrección. Ciencias Sociales. La Habana, Cuba. 1981; 58), señalando que: “-Se rompe totalmente el equilibrio estratégico que se daba en el asedio y la resistencia del enemigo, con el empuje final, el asalto a la capital de las fuerzas de occidente, que son las primeras en llegar a Managua,…” Esta sería probablemente la única referencia bibliográfica que brindaría información de carácter prácticamente oficial, dado que el FSLN gobernaba Nicaragua en 1981 y el comandante en jefe del Ejército Popular Sandinista era el también comandante de la Revolución Humberto Ortega Saavedra.

Además, Cortés Domínguez dice que esa mañana del 19 de julio de 1979 él llegó al Búnker acompañando a Melvin Wallace Simpson, editor del diario El Pueblo, y fue Leopoldo Rivas Alfaro quien los recibió y les hizo un tour de reconocimiento del Búnker de Somoza. En ese momento solo estaban las fuerzas irregulares del FORLP, procedentes de León, y ninguna otra. Columnas guerrilleras que habían dormido la noche del 18 de julio, en las inmediaciones del Open Tres (hoy Ciudad Sandino) y que comenzaron a avanzar hacia Managua, a las seis de la mañana, desde Xiloá, después de haberse tomado La Paz Centro y Nagarote. Cortés Domínguez menciona que, la gloriosa y singular experiencia de Rivas Alfaro y Cortés Marín, de entrar triunfantes con los combatientes leoneses al búnker de Somoza, ocurrió entre las nueve y diez de la mañana del 19 de julio.

En Memorias de la lucha sandinista tampoco se contrasta con De León al búnker, lo señalado por María Lourdes Jirón: “…y el día 19, como a la una o dos de la tarde llegó a Managua una primera parte. El que comandaba ese grupo era Oscar Cortés “el chele Marcos”. Desde que salieron ellos tuvieron un camino muy accidentado por toda la carretera nueva a Managua.” (Cayendo Estelí, Somoza salió disparado. Tomo III. p. 477-478). Sin embargo, como se ha señalado antes, de acuerdo al testimonio del chele Marcos, en De León al búnker, las fuerzas del FORLP llegaron al búnker entre 9 y 10 de la mañana del 19 de julio.

Continúa Jirón: “…cuando nos ordenaron avanzar hacia la capital, unos lo hicieron por La Paz Centro, y logran liberarla. Luego avanzan hacia Nagarote, donde aunque la Guardia está un poco desmoralizada, había jefes y comandantes que combatieron hasta el final. La unidad iba comandada en ese momento por Fanor Urroz, hasta llegar al cuartel de Nagarote. Cuando (Fanor) está gritándole a la Guardia que se rinda él se lanza a quererse tomar el Comando de Nagarote, y allí lo acribillan.”(Cayendo Estelí, Somoza salió disparado. Tomo III. p. 477-478).

De acuerdo a Jirón: “También de León venía otra columna por la carretera vieja, comandada por Mauricio Valenzuela y Sergio Lira. Cuando pasaron por el Tamarindo, encontraron desmantelada la poderosa base que tenía ahí la EEBI. Además, esa columna tenía que entrar a Puerto Somoza (hoy Sandino), luego a Montelimar y así a lo largo de toda la carretera hacia Managua. Llegaron el 19 por la tarde. El 20 de julio entramos el resto del Estado Mayor y la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, pero ya a celebrar.” Esto último coincide por lo señalado por algunos combatientes históricos leoneses sobre que la destacada guerrillera M. L. Jirón, conocida como “la china Jirón”, no estuvo precisamente el 19 de julio por la mañana en Managua, porque estaba cumpliendo otras misiones importantes.

Si se toma en cuenta que eran alrededor de dos mil combatientes del FORLP los que entraron a Managua por la Cuesta del Plomo, Las Brisas y Linda Vista, no todos pudieron hacerlo al mismo tiempo; primero, por el atraso del combate con la GN ubicada en Enaluf; y segundo, porque eran muchos; aunque la vanguardia de la columna siguió avanzando y esa era, precisamente, la que dirigía el chele Marcos y que llegó primero al búnker de Somoza.

Otros combatientes históricos leoneses señalan que alrededor del mediodía continuaban entrando combatientes a Managua y eran dislocados hacia distintos sectores de la capital para neutralizar a focos de francotiradores de la GN, que seguían haciendo daño. Después de cumplir esa misión, muchos no quisieron avanzar hasta la Loma de Tiscapa, al saber del dominio total que se tenía sobre Managua, y decidieron regresarse ese mismo día a León.

Otras columnas del FORLP, al mando de Mauricio Valenzuela (Había que entrenar, armar y ponerle mando a la gente. Tomo II. p. 451) avanzaban por la carretera Izapa-Nejapa, pasando por Puerto Somoza y Montelimar, la playa y hacienda privadas de Somoza Debayle, donde se atrasaron, lo cual no les permitió llegar, a la Loma de Tiscapa y el búnker, al mismo tiempo que las columnas dirigidas por Polo Rivas y el chele Marcos. Según Valenzuela su grupo era más pequeño porque la caravana grande iba por la carretera nueva a León y señala: “…cuando el chele (Marcos) entra a Managua; yo entro por la otra calle, tal vez seis horas después, porque me desvié a Montelimar…”

Las seis horas después que el chele Marcos y sus compañeros entraron a Managua, señaladas por Valenzuela, son claves para entender que realmente la columna dirigida por Oscar Cortés Marín fue la que primero llegó o se tomó el búnker de Somoza. Si Mauricio Valenzuela y sus combatientes llegaron a Managua a las dos de la tarde, como dice María Lourdes Jirón, y Valenzuela señala que llegó seis horas después que el chele Marcos, entonces este último llegó a Managua a las ocho de la mañana del 19 de julio, lo cual coincide con el testimonio del chele Marcos recopilado en De León al búnker: el FORLP salió de Xiloá a las seis de la mañana, combate por 45 minutos o una hora en Enaluf, continúa avanzando la vanguardia por órdenes de Polo Rivas, entran a Managua por la Cuesta del Plomo (donde capturan algunos prisioneros), siguen por las Brisas (el pueblo comienza a recibirlos en las calles), Linda Vista (donde hay una rápida refriega con la GN), hasta llegar en vehículos al cine Cabrera y desde ahí caminar hasta tomarse el búnker de Somoza.

Si se conversa con combatientes históricos de León sobre la toma del búnker, 37 años después de los hechos, ellos sostienen que fueron las columnas guerrilleras del FORLP, específicamente las originarias de León, las que se tomaron el búnker de Somoza.

El prestigioso periodista Pablo Emilio Barreto Pérez escribió el 5 de julio de 2010, Insurrección revolucionaria sandinista: cronología de enero al 20 de julio de 1979, donde se lee que el 19 de julio "Llegan a Managua las primeras columnas del FSLN del Frente Occidental "Rigoberto López Pérez"."

Por otra parte, las fotografías en www.flickr.com muestran al chele Marcos con Polo Rivas revisando el archivo personal de Somoza; al chele Marcos, con su fusil Galil, caminando junto al periodista extranjero Alon Reininger en las instalaciones de la Loma de Tiscapa y el Búnker de Somoza, así como pateando un afiche con el rostro del dictador Somoza Debayle; según escribí en el artículo Fotografías del chele Marcos durante la ofensiva final de 1979 en León y la toma del Búnker de Somoza.

El testimonio de Oscar Cortés Marín (el chele Marcos) y lo escrito por Guillermo Cortés Domínguez, en De León al búnker, es confirmado por el general Humberto Ortega Saavedra, quien afirma en su libro La epopeya de la insurrección (Lea. Managua, Nicaragua. 2004: p. 435-436): “Antes del mediodía del 19 de julio, tropas del Frente Occidental “Rigoberto López Pérez” comandadas por el tercerista Leopoldo Rivas son las primeras en arribar al Búnker de Somoza (…) Poco tiempo después, en el Búnker se juntan Leopoldo Rivas, Javier Carrión y Elías Noguera…”
Para finalizar, la lectura del testimonio del coronel retirado y comandante guerrillero, Leopoldo Rivas Alfaro, nos ayuda a entender mejor lo que pasó:

“Casi treinta años han pasado y todavía Leopoldo (Polo) Rivas Alfaro guarda nítidamente la emoción en su corazón y los hechos en su memoria al recordar que fue el primer comandante sandinista que, al frente de 850–900 combatientes del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, llegó a la Loma de Tiscapa y entró al búnker del tirano Anastasio Somoza Debayle.”
Con ese resumen, inicia la revista Visión Sandinista la sección dedicada al personaje del mes, en su número 170, del mes de junio de 2009: el comandante guerrillero Polo Rivas.

“Eran las siete de la mañana del 19 de julio de 1979, aunque ya desde la noche anterior él y su contingente había entrado a la capital desplegándose por los alrededores de la Loma, donde estaban concentrados tres mil efectivos de la Guardia Nacional; pero que cuando sintieron la presencia de los combatientes y se enteraron de que estaban apertrechados de tanques, tanquetas y morteros recuperados a sus mismas fuerzas en el occidente del país, se asustaron y salieron huyendo.”

En la madrugada del 19 de julio empezaron a avanzar “y a las cinco de la mañana empezamos el combate con los guardias, que no nos aguantaron ni quince minutos, un intercambio de disparos y salieron en carrera, o se desvestían y salían de civil o botaban el fusil y salían huyendo.”

Los fuertes combates contra la Guardia Nacional en Izapa (empalme de las carreteras nueva y vieja a León), finalizaron el 16 de julio, con la victoria de los guerrilleros del FSLN. Señala Polo Rivas: “Vencer aquí a un buen contingente de guardias nos permitió, sin quererlo, vencer a los guardias que estaban en La Paz Centro y Nagarote.”

Agrega Rivas Alfaro: “No nos detiene nada, seguimos hasta pararnos en Camas Luna, que estaba en el desvío a Xiloá.” Además, apunta que el 17 de julio, por la noche, empezaron a puntualizar los planes, en coordinación con el comandante Joaquín Cuadra, para avanzar sobre Managua. Continúa su testimonio así: “Nos íbamos a reunir en una casa de Ciudad Sandino para planificar el ataque contra los tres mil guardias que había en Managua, atrincherados en la Loma.” No obstante, los guardias atrincherados en el Coyotepe no permitieron a las fuerzas que venían dirigidas por Cuadra avanzar desde Masaya hacia Managua.
El día 18 de julio de 1979 las columnas sandinistas del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), provenientes de León, emprendieron el avance hacia la capital. Dicha tropa estaba conformada por 850 a 900 combatientes y contaban con seis tanques, cinco tanquetas y algunos carros blindados. Leopoldo Rivas A., decidió entrar a Managua por la Cuesta del Plomo.

“Yo decidí irme por Linda Vista, porque ahí estaba la población, miles de personas, no nos dejaban caminar, era desfile de gente saludándonos; entonces, caminamos y caminamos hasta llegar por el estadio.” De esa manera continuaron hasta lograr divisar los alrededores de la Loma, la noche del mismo día. Apunta Polo Rivas: “Dividimos la fuerza para envolver al hotel Intercontinental, la Colonia Militar y el Hospital Militar.”

Los guardias se asustaron porque sabían que también había una gran fuerza en Masaya y que del norte venían también más combatientes. “Por eso, entre las cuatro y cinco de la mañana desertaron los últimos guardias.” Cuando llegaron a la Loma, acota: “fue una lucha terrible para poder controlar a la gran cantidad de gente que se metió, entre milicias populares y población civil.” Eran tan solo las siete de la mañana del día jueves 19 de julio de 1979, la fecha oficial del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.

Rivas Alfaro relata que después del FORLP llegaron los combatientes del Frente Interno, que estaban en Masaya; luego, los que estaban en el Aeropuerto Internacional Las Mercedes y posteriormente, los del Frente Norte Carlos Fonseca.

Hasta ahora, las evidencias publicadas, o la mayoría de ellas, indican que fueron las fuerzas guerrilleras del FORLP, provenientes de León, las que entraron primeramente al búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa, la mañana del jueves 19 de julio de 1979, cuando triunfó la Revolución Sandinista, encabezada por el FSLN.

Sea esta crítica constructiva un pequeño aporte a la memoria histórica de la lucha revolucionaria del pueblo de Nicaragua.


Managua, Nicaragua, 17 de octubre de 2015
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com

Bibliografía e infografía:
1-. Baltodano, MS. Memorias de la lucha sandinista. Fundación Rosa Luxemburgo. Tomo III. Managua, Nicaragua. 2011; 481-492.
2-. Cortés Domínguez, G. De León al búnker. Editarte. Managua, Nicaragua. 2003; p. 391
3-. Fisher, L. El testimonio del combatiente sandinista Oscar Cortés Marín (el chele Marcos) y la toma del Búnker de Somoza el 19 de julio de 1979. leninfisherblogspot.com
4-. Fisher, L. Fotografías del chele Marcos durante la ofensiva final de 1979 en León y la toma del Búnker de Somoza. leninfisherblogspot.com
5-. Barreto Pérez, P. B. Insurrección revolucionaria sandinista: cronología de enero al 20 de julio de 1979. 2010. pabloemiliobarreto.wordpress.com
6-. Ortega Saavedra, H. La epopeya de la insurrección Lea. Managua, Nicaragua. 2004: p. 435
7-. Coronel retirado Leopoldo Rivas Alfaro: fui el primero en entrar a la Loma. Visión Sandinista. No. 170. Año XII. Jun. 2009: 2-5

8-. Fisher, L. Testimonio de Leopoldo Rivas Alfaro: quiénes se tomaron primero la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza el 19 de julio de 1979. leninfisherblogspot.com: 5-11-2015

sábado, 10 de octubre de 2015

CONTRARREVOLUCION DEL SIGLO XXI EN LATINOAMERICA

Contrarrevolución del siglo XXI en Latinoamérica

Lenin Fisher

La contrarrevolución del siglo XXI en América latina es impulsada por el imperialismo global y dos de sus grandes centros del poder económico del capitalismo mundial: Estados Unidos y Europa. La burguesía y oligarquía de cada país latinoamericano donde suceden transformaciones revolucionarias y progresistas, como respuesta al fracaso del capitalismo y el neoliberalismo para construir sociedades con justicia social y democracia real, hacen su respectivo papel defendiendo sus intereses de clase.

En América latina, la contrarrevolución del siglo XXI comenzó a manifestarse cuando Hugo Chávez Frías ganó la presidencia de Venezuela, a través de elecciones, en 1998. Como los partidos o fuerzas políticas de izquierda han obtenido victorias electorales en medio de la paz, tiene la particularidad de ser una contrarrevolución en paz, sin una guerra militar, en la forma acostumbrada; pero no exenta de violencia. En realidad son los llamados golpes suaves, soft o light. Prefieren los golpes suaves que las elecciones, porque saben que el pueblo vota por los gobiernos que se preocupan por los intereses de las mayorías pobres. Así, la derecha y la burguesía irrespetan las reglas democráticas de acceso al poder por la vía electoral y pacífica. 

Por lo tanto, no vemos el escenario de Guatemala, República Dominicana, Cuba, Grenada o Nicaragua, durante el siglo XX, donde la intervención militar de Estados Unidos o de ejércitos contrarrevolucionarios armados y financiados por Washington invadieron a dichos países. Además, la Agencia Central de Inteligencia no ha descartado totalmente el guión del golpe de Estado duro, a la chilena, no sin antes hacer rechinar la economía, como decía el halcón Henry Kissinger, como cuando derrocaron con el ejército, el 11 de septiembre de 1973, al gobierno democráticamente electo de la Unidad Popular y Salvador Allende.

Por eso vemos un golpe de Estado en Honduras, con el secuestro del presidente Manuel Zelaya hacia Costa Rica y la participación del ejército. O bien, el golpe de Estado en Paraguay, contra el presidente Fernando Lugo, después de provocar un confuso incidente entre la policía y campesinos, recurriendo al enmascaramiento legalista de la institucionalidad democrático-burguesa y queriendo declarar incapaz mentalmente a uno de los pocos presidentes lúcidos que el pueblo paraguayo ha tenido defendiendo sus intereses, desde la época previa a la guerra de la triple alianza, en el siglo XIX, que arrasó lo construido por Gaspar Rodríguez de Francia, Carlos Antonio López y Francisco Solano López.

Asimismo, el golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en 2002, restituido en el poder por el pueblo que luchó en las calles. Hecho al que se suma el sabotaje económico, el golpe petrolero, la especulación, el agiotismo, la descapitalización, la fuga de capital, el contrabando, la violencia callejera con las guarimbas, el asesinato de simpatizantes y políticos revolucionarios, la paramilitarización de las pandillas de delincuentes, los auto-atentados contra los propios manifestantes opositores, la exacerbación del crimen y del tráfico de drogas para alienar y embrutecer a la juventud. Todo lo cual ocurre con el apoyo de los gobiernos de la derecha colombiana, incapaces de lograr la paz y de terminar con la producción y exportación de droga, que afecta a todo el continente y más allá. El mismo formato contrarrevolucionario es aplicado contra el presidente Nicolás Maduro, guión dirigido desde el Comando Sur, en Panamá, y apoyado por el gobierno de Colombia. Este último país es la ficha de la desestabilización del proceso de cambio en la región. La tensión fronteriza es otra táctica. A Colombia hoy se suma Guyana, con la disputa de la Guayana Esequibo. Ambos quieren desestabilizar y desprestigiar a Venezuela. La contrarrevolución del siglo XXI en América latina no tiene escrúpulos.

En Ecuador, la contrarrevolución del siglo XXI se ha manifestado por intentos de secuestro policial del presidente Rafael Correa, una guerra mediática encarnizada, ataques de organismos financieros internacionales o de compañías transnacionales privadas y la oposición a todo tipo de transformaciones económico-sociales, incluyendo leyes para cobrarle más impuestos a los ricos y sus herencias multimillonarias, así como provocaciones de Colombia que atacó a guerrilleros colombianos en la frontera colombo-ecuatoriana.

Argentina también es víctima de la contrarrevolución del siglo XXI al enfrentar el sabotaje económico de los empresarios privados, industriales y agroexportadores, la férrea agresión cotidiana de los magnates de los medios de comunicación tradicionales, los trucos para culpar a la presidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner de la muerte de un fiscal y la oposición intransigente ante la reforma de los servicios de seguridad y del sistema judicial. La derecha judicializa la política para buscar el golpe de Estado suave, de tipo judicial. Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional, los banqueros privados y el sistema de justicia yanqui se confabularon para agredir financieramente a la Argentina por medio de los llamados fondos buitre, una sucia estratagema para obligar a pagar al país lo que ya había pagado, descapitalizarlo y llevarlo a la quiebra.

Uruguay, es quizás el país del que menos se conoce sobre la contrarrevolución del siglo XXI. Sin embargo, el intento de deslegitimar el ejemplo de honradez y austeridad del presidente José Pepe Mujica, no debió pasar inadvertido porque estaba dirigido a calar en la conciencia del pueblo como una manera diferente de hacer política, que esencialmente es antisistémica. Intentaron encender las tensiones fronterizas con Argentina, relacionadas con una fábrica de papel, tanto durante la presidencia de Tabaré Vásquez como de Mujica.

Brasil fue conmocionado por una supuesta ola espontánea de protestas contra la celebración del último campeonato mundial de fútbol, en 2014, aunque parezca increíble en el país más futbolero del mundo, donde los niños nacen pidiendo un balón para disparar su primer gol. Lo que no dijeron es que muchas protestas eran contra gobernaturas o alcaldías bajo el control de partidos de derecha, que no habían cumplido sus promesas o eran señaladas de corrupción. Las cadenas mediáticas gringas y europeas seguramente distorsionarán otra vez la realidad cuando la tierra del Pernambuco organice las próximas Olimpiadas en 2016. El sabotaje financiero no ha sido olvidado por la oligarquía brasileña y la corrupción promovida por ella han querido atribuírsela a los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Russef. No contentos, los derechistas se obsesionan en acortar el periodo de gobierno de Russef y no quieren esperar las siguientes elecciones. Otro intento de golpe de Estado suave.

En El Salvador, la extrema derecha quiere explotar la gran cantidad de pandillas delincuenciales vinculadas al narcotráfico, crimen organizado y deportados de Estados Unidos para desestabilizar el gobierno del presidente Salvador Sánchez. La paramilitarización de las pandillas en Venezuela y El Salvador no es una coincidencia aislada. Los políticos de derecha y la clase social que representan, es decir, la gente más rica, no escatiman ningún medio para recuperar el poder político, el gobierno o presidencia.

Bolivia, con el presidente Evo Morales, ha tenido que enfrentar la guerra de transnacionales privadas, organismos financieros internacionales, los empresarios capitalistas, los emporios mediáticos y los sectores racistas. Con su liderazgo, honestidad y austeridad ha sido capaz de dirigir a la nación multiétnica y de reconstruir su país, después de toda la destrucción neoliberal. Su ejemplo es una esperanza por los indios de México, Perú y Guatemala.

Chile cuenta nuevamente con Michelle Bachelet en la presidencia, quien con poco margen de maniobra trata de impulsar mejoras sociales y restablecer la justicia, mancillada durante la dictadura militar de Pinochet. No obstante, la oligarquía chilena es el principal obstáculo para una solución bilateral del problema de falta de acceso al océano Pacífico que tiene Bolivia, como resultado de la acción geofágica y expansionista de la oligarquía chilena en el siglo XIX. Aumentar las tensiones entre Chile y Bolivia, a pesar del esperado fallo de la Corte Internacional de Justicia, de la Haya, puede ser un táctica para frustrar toda transformación social en ambos países.

Y en Nicaragua, ante la excelente gestión del presidente Daniel Ortega Saavedra, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional, los políticos de la derecha desprestigiados, divididos y sin liderazgo, tratan de deslegitimar a la Policía Nacional y el Ejército Nacional. Grupos extremistas promovieron hechos oscuros como disparar contra caravanas indefensas que celebraban el aniversario de la Revolución Sandinista, el 19 de julio de 2014. Asimismo, descalifican al ente electoral cuando las elecciones no les resultan favorables. Critican toda obra de progreso. Están en desacuerdo con la alianza que el gobierno ha logrado con los empresarios privados y los trabajadores porque ha permitido el crecimiento económico entre 4 y 6%, durante los últimos años. Llaman populismo y repartición de migajas a toda obra social que reduzca la pobreza y la extrema pobreza. Se esfuerzan por provocar hechos de violencia y por deteriorar la imagen de seguridad del país. No apoyan los megaproyectos de desarrollo, especialmente el canal interoceánico. La ayuda solidaria venezolana les causa escozor. Y no duermen tranquilos porque a pesar de su campaña mediática permanente no logran ganar puntos en las encuestas. Sus posibilidades de triunfo en el próximo ciclo de elecciones, que comienza en 2016, son técnicamente nulas.

Por otra parte, los gobiernos de derecha del vecino Costa Rica han causado algunas tensiones fronterizas, afectando el ecosistema del nicaragüense Río San Juan, para generar inestabilidad regional, que no han pasado más. Y Colombia, haciendo gala de su poder militar naval se niega a reconocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia, que restituyó a Nicaragua 92 mil kilómetros cuadrados en el mar Caribe. No puede negarse el interés del narcotráfico colombiano en este asunto. Colombia actúa así por tener en su territorio a casi 20 mil soldados del ejército estadounidense, desconociendo el derecho internacional como instrumento para resolver pacíficamente las diferencias.

He aquí pues, la contrarrevolución latinoamericana del siglo XXI made in Estados Unidos y Europa. La burguesía y sus políticos no cesarán en su lucha de clases por recuperar la presidencia en cada uno de los países mencionados.

Managua, Nicaragua, 10 de octubre de 2015.
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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